belleza
Nutrición como rutina, el secreto para un pelo saludable
El estilista Max Jara brinda sus tips y recomendaciones para un cabello brillante y pleno de salud.
12 de Agosto de 2025
Autor: Soledad
El cambio de estación, los procesos químicos o el uso constante de herramientas de calor pueden dejar huella en el pelo. Pero ¿cómo saber qué necesita realmente la melena? Max Jara, experto capilar y referente en tratamientos personalizados desde su espacio Jara Taller de Pelo, lo explica con claridad: “Un pelo sano necesita nutrición e hidratación en equilibrio. Son dos cosas distintas, y ambas fundamentales”.
Mientras que hidratar el cabello implica devolverle el agua que pierde con el clima o el uso de calor, nutrirlo es un paso más profundo: se trata de incorporar lípidos, proteínas y nutrientes esenciales que fortalecen la fibra capilar desde el interior. “Es como alimentarlo, devolverle cuerpo, brillo y vitalidad”, resume Max.
Cuando el pelo pide ayuda
Las señales son claras: frizz constante, textura áspera, pérdida de cuerpo, puntas quebradizas o dificultad para desenredarlo. “Son los gritos silenciosos del cabello cuando necesita nutrición”, explica el especialista. Y advierte que lo ideal es realizar una nutrición profunda en salón cada 15 a 30 días, especialmente en cabellos dañados o tratados químicamente, como los decolorados o alisados.
Dentro de las recomendaciones, lo que no puede faltar es una rutina nutritiva en casa entre visita y visita al salón. Ésta debe incluir un shampoo sin sulfatos agresivos, una máscara nutritiva con aceites naturales o mantecas vegetales, un aceite finalizador liviano, como argán o jojoba y acondicionador nutritivo y protector térmico para quienes usan secador o planchita.
Especial atención en época de frío
El invierno es enemigo del pelo saludable: baja la humedad, aumenta el uso de calor y aparecen los daños. ¿La solución? Incorporar cremas sin enjuague antes de salir, reducir el uso de herramientas calientes y proteger el pelo con gorros de algodón.
Para quienes llevan color, la nutrición se vuelve aún más necesaria, el pelo teñido es más poroso y sensible. Necesita productos específicos que mantengan el color y aporten antioxidantes, filtros UV y componentes reparadores.
“No hay una rutina universal. Cada tipo de pelo —fino, grueso, con rulos, lacio— tiene sus tiempos y necesidades. El error más común es copiar lo que le funcionó a otra persona sin un diagnóstico profesional”, advierte Max. Y cierra con su mantra: “Nutrir el pelo no es una moda, es una forma de cuidarnos desde lo cotidiano”.
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